La vuelta o subida al Montí.

Por Manuel Galver, presidente del Ateneo Cultural y Mercantil de Onda
He tratado reconstruir mentalmente el recorrido de la subida al Montí que, con tanto éxito, se celebró en Onda recientemente. No pude reconstruir su recorrido en el mapa.
Sé que salió del ‘Ólimpic’, en la ‘Serratella’ y que pasó por ‘¿las pirámides?’. Y aquí me perdí dándole vueltas al plano.
Al día siguiente leí en Facebook y posteriormente en Arrels, la auto angustiosa crónica vivida por Carlos Rodríguez. La leí tres veces. Me encanta su capacidad literaria y su transmisión para hacerte vivir sus emociones, sus sufrimientos y el éxito al culminar su proeza, pero tampoco me ayudó a trazar su recorrido en el mapa.
Carlos cuenta: me puse el dorsal 647 en la camiseta y me sentí atleta situado en un puesto intermedio en el Olímpic. A partir de aquí un salto en blanco (¿pasaría por Palasi?, ¿el Roc?, ¿Sonella?, ¿Sant Francesc?, ¿la Mortera?.
Corrió al trote hasta el primer avituallamiento (¿en la Mortera?), ascendió los más de 500 metros de altitud caminando y aprovechar la bajada para dejarse caer hasta la meta. El suelo se transformó en pared al llegar a las Pirámides –escribe- lo que me hace pensar se refería a la subida al pico de la Mortera (¿se llama El Mortero ese primer pico?.
Estaba concentrado, aparecieron los primeros calambres en sus piernas. ¿Por donde estaba?, ¿los altos de Racó de Talás, El Carro, había llegado a La Gronsa?. ¿Había un avituallamiento en la partida El Chalet?.
Seguía diciendo Carlos, al llegar al penúltimo avituallamiento padecí en mis propias carnes la acción de mis colegas fotógrafos, ¿Dónde estaría?, Supongo que habría pasado por la “caseta de Marimón” culminado el Montí y, tras parar unos segundos en la "Font d’el Retor", llegaría al Camino de Santa Bárbara ante la alegría de sus compañeros de prensa.
Tres horas y cuarto después llegó a meta en la Serratella, al mismo lugar donde empezó, aunque no se por donde. ¿La Merlota…Sonella… El Carmen…Palasi?.
Quiero felicitar a Carlos por la suerte que tuvo al ir medio disfrutando de la belleza del paisaje de éste recorrido. Le animo para que siga con el senderismo por los bellos parajes de nuestro termino municipal y alrededores y, si verdaderamente hemos disfrutado leyendo su narrada odisea, nos ha hecho admirar mas el esfuerzo de aquellos atletas de la ONCE, que hicieron el mismo recorrido, y cuyo principal contacto con la naturaleza era una barra de madera y la propia imaginación del paisaje que les rodeaba.
Luchemos por la conservación de nuestra toponimia unida a nuestro paisaje, por ser un bien que todos hemos heredado.